VILLAVERDE
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¿Qué tal se ha dado?... ¡un Monterión!
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VILLAVERDE
Y tras esperar un par de semanas llegó el día de una nueva montería… El sábado 18 de noviembre nos dispusimos a cazar en un monte cercano a Sigüenza, Guadalajara. Las expectativas eran buenas, como en las anteriores ocasiones, podíamos observar la entrada continuada en los comederos y la cantidad de hozaduras que mostraba el monte. La incertidumbre y la pasión por la caza salvaje y en abierto que promovemos en Segontia, se resumen en lo acontecido en estas dos últimas citas, en las que mostrando el campo la misma cara, el resultado es totalmente dispar. En la anterior montería, esperábamos el resultado obtenido, y en esta última, nos procuró el campo un monterión inigualable. Por ello, el resultado nunca debe condicionar el agradecimiento al equipo que prepara con infinita ilusión y dedicación nuestros montes. ¡Gracias Equipo!
¡Arrancó la jornada! Una vez más nos juntamos a las nueve en el bar a desayunar, la puesta a punto de las amistades y… “¡comienza el sorteo!”. Los cazadores llegaron con prontitud, y rápidamente las armadas salieron hacia el cazadero. A eso de las once y media ya estaban los puestos en las armadas. Antes de soltar los perros ya se comenzaron a oír los primeros disparos… un buen síntoma de la cantidad de animales que presentaba la mancha. Y no cesaron de sonar durante toda la montería. Si bien es cierto que se colocaron cinco armadas, las colocadas en el lado este del monte apenas dispararon, ya que un viento del Noreste empujaba a la caza hacia las armadas del oeste del monte, y fue ahí donde no se produjeron los lances de forma continuada. Entre las afortunadas… la armada de la Mojonera (con cuatro puestos). A la una del mediodía llevaba once cochinos, siendo quince los que finalmente se cobraron allí. Enhorabuena a Álvaro con sus cinco guarros, entre los que destaco un enorme macho que pesaba los cien kilos y una buena boca; Jesús y José Ignacio se hicieron con tres cada uno y Antonio con otro par más. Los lances y los disparos no pararon de repetirse durante toda la mañana, y hubo otros puestos igualmente afortunados como el de Fernando con otros cinco grandes jabalíes, el de Paco con otros tres, o el de Juan, con un enrome macareno capturado que nos hizo sudar lo suyo para sacarlo del monte; así como el bonito guarro de Juanjo, o el de Shuang, que aún estando algo preocupado con su rifle y balas, pensó que se le había ido pegado un jabalí que finalmente pinchó Bárbara con un tiro certero.¡ No hubo instante de tregua en toda la mañana ¡. ¡Hubo puestos que se quedaron sin balas! Terminamos a las tres la montería, y desde allí los puestos, contentos de veras, otra vez a Sigüenza a dar cuenta de unas estupendas patatas con bacalao. Ahora empezaba lo realmente duro para los que trabajan el monte. Hubo que sacar los cochinos a rastras por barrancos muy complicados que hizo que hasta bien entrada la noche no se presentara la junta de carnes en Sigüenza. Finalmente 39 Jabalíes capturados por 35 puestos sorteados… ¡fabuloso! Enhorabuena al buen hacer de todos los participantes: la armonía en la colocación y excelente acierto de los puestos, el constante trabajo de Román en la preparación del monte, rehaleros y postores, unos por no dejar rincón sin cazar, los otros por las palizas que se pegan para sacar del campo los jabalíes capturados… una jornada realmente inolvidable. Esperamos y deseamos más y mejor en las próximas citas.
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