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CANTILLANA ________________________________________________________
________________________________________________________ CRÓNICA CANTILLANA
Comenzó la jornada haciendo entrega a la propiedad de una reproducción de la caracola conseguida por la montería de la temporada pasada en esta misma mancha. Todo hacía pensar que esta temporada podía ser igual a la anterior, pues el mimo y esmero que se pone en el cuidado de esta finca tanto por la propiedad, el personal de la finca, como por la orgánica debía verse recompensado. Los monteros tenían puestas las expectativas en este día, prueba de ello, que raro era el puesto que no tenía al menos un acompañante, seguros de que esta era una buena oportunidad de iniciar al pequeño de casa, a un amigo o a un familiar en el apasionado mundo de la caza.
La mancha no defraudó, nada más comenzar a colocarse las armadas comenzó el intenso tiroteo, que se incrementó con la suelta de los perros, se contabilizaron 526 disparos y eso a pesar de haberse puesto cupo de 2 ciervas por puesto, para preservar un poco el censo, aunque la población de cervuno es extraordinariamente alta en la finca. Prácticamente todos los puestos tiraron, aunque hubo una armada que por estar cargando aire, tubo que contemplar como las reses corrían por delante de ellos, sin acercarse a su campo de tiro y, a pesar de ello, pocos fueron los que no consiguieron disparar.
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