LA PRIORA
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El fortísimo viento no impidió otro gran resutado en esta finca castellana. algunos puestos tuvieron dificultad en escuchar la entrada de los cochinos por esta circunstancia. |
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LA PRIORA
Con prácticamente toda la costa Mediterránea y parte del interior en alerta roja por nevadas, fuertes vientos y un temporal típico de invierno, nos dispondríamos a montear esta gran finca conquense, ya que la ilusión y ganas por cazar, seria mayor que todas las inclemencias meteorológicas previstas ese día. Para que luego digan que no tenemos afición.
Después del monterión ofrecido en la Sima la semana anterior en el que el 90% de los jabalíes abatidos serian grandes machos de boca, nos emplazaríamos para ver que nos depararía en esta ocasión esta otra mancha de la finca, en la que la densidad de jabalíes también seria muy alta. En el acogedor pabellón de que dispone esta bonita finca y al calor de la chimenea si repartirán la suerte los 12 afortunados monteros que en este día participarían en la montería.
Los puestos todos ubicados en grandes tiraderos, la mayoría de testero y con una gran distancia entre puesto y puesto ya que la macha a montear seria de nada menos que 500 Hectáreas, por lo que se pueden imaginar a la hora de cubrir con tan solo 12 puestos.
La mañana se sucedería lentamente, ya que la mancha se cazaría muy despacio y minuciosamente, intentando de ir haciendo romper a los grandes cochinos en las posturas. Los lances se sucederían en uno y otro punto de la mancha, intentando escoger dentro del cupo el mayor numero de machos posible. Tarea difícil pero que más de un puesto tuvo la suerte de realizar, ya que gracias a la gran densidad de caza que pasaría ante sus ojos, seleccionarían 5 grandes machos de boca.
El viento dificultaría en algunos puestos, las carreras de los cochinos, ya que el aire impedía el poder escucharlos. Al final de la tarde y como estamos acostumbrados en esta gran finca, disfrutaríamos de un precioso plantel en el que el 50% de los jabalíes cobrados serian grandes machos de boca, destacando varios de ellos realmente espectaculares por sus grandes defensas, siendo sin ninguna duda la envidia sana de muchos de los monteros.
Manuel Cabezas
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