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NAVALMORO ________________________________________________________
________________________________________________________ CRÓNICA/trailer
Nosotros tuvimos el honor de ocupar el puesto número 7 de la Armada del Cerro Gordo, estuvimos viendo toda la montería de cabo a rabo, el incansable cazar de los perros y el buen hacer del personal de campo dirigiendo a los rehaleros con maestría. El nuestro además fue un puesto que de entrada no nos gustó demasiado el tiradero era feo, corto y algo sucio, se trataba de un puesto duro de esos de montería de verdad, pero teníamos la intención de hacerlo bueno. Logramos abatir a primera hora una collera de venados de los mejores que vinieron a la junta de carnes en un lance precioso. Antes de ese precioso lance mi hermano había abandonado la torreta para rematar a cuchillo un jabalí. El tiroteo era incesante en las posturas de abajo y no parábamos de ver lances a través de los prismáticos, estábamos de guardia no perdíamos la tensión y así fue que nos entró un bonito muflón de montería bastante representativo que logramos abatir a más de 150 metros, seguidamente un venado precioso con un lance de esos que te hace morir montero y todo ello lo aliñamos y como digo yo le pusimos la guinda con un guarrazo al cual disparé cruzando el cortadero como alma que se lleva el diablo, en ese instante apareció un rehalero que me dijo el guarro lo han parado mis perros y lo he rematado yo ahí abajo y efectivamente lleva la mano derecha molida Lo dicho cada uno cuenta la procesión según le va pero yo puedo decirte que ha sido uno de los mejores puesto de mi corta vida montera. Manuel Álvarez
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