Miedes

PMLaTraviesa

 
  Fecha: 16-12-2023
  Finca: MIEDES
  Provincia: GU
  Organización:   S C Segontia
  Nivel:
  Calidad: 1b
   
  49 0 14 0 0  
 
  

Miedes

Chaqueta Caza BlaserChaqueta Caza Blaser


MIEDES DE ATIENZA

LA ÚLTIMA DEL AÑO

Tras la estupenda resaca de la montería anterior, el día 16 de diciembre, Segontia celebró la última montería del año 2023. Esta vez, al dar un monte más lejano de la habitual, tanto el encuentro matutino como la Junta de carne se harían en Miedes de Atienza. Y allí nos dirigimos de buena mañana, en un día frio, pero soleado, sin duda estupendo para cazar.

Al local que nos había preparado José Luis para darnos un fabuloso desayuno, fueron llegando todos los que iban a participar en la montería, tanto organización como cazadores y rehaleros. Con las miradas puestas en los sensacionales trofeos obtenidos en la anterior montería, que fueron llevados al lugar por nuestro taxidermista, Álvaro, comenzamos un sorteo para una jornada que se prometía tremendamente ilusionante. La mancha estaba sin cazarse el año anterior, las cebas estaban muy tomadas, y las muestras en el monte eran muy, muy abundantes.

De nuevo los socios no fallaron y 49 posturas fueron sorteadas. Reseñable fue el reencuentro con la familia Palla, que desde países muy lejanos se acercaron para pasar el día con todos nosotros.

La mancha a cazar en esta ocasión era inmensa. El tipo de terreno es bien diferente al que solemos cazar, tanto por la clase de suelo, fundamentalmente pizarroso, como por la vegetación que lo ocupa, ya que los pinos silvestres son en este caso, los árboles dominantes en gran parte del monte. Y donde estos no están presentes, tupidos jarales jalonan el resto del territorio. Dos grandes barrancos que albergan dos ríos, atraviesan la mancha a su vez.

La zona a batir estaba ocupada por los puestos que se distribuían en 8 armadas en lugares estratégicos. Había de todo, puestos de testero en la cresta de los barrancos, otros cerrados entre pinos y otros en los jarales. La mancha estaba preparada, así como los cazadores, que antes de las doce y acompañados por un sol que se agradecía, ocupaban sus posturas.

Las rehalas se soltaron en cuatro lugares distintos, siendo 8 en total. La mancha quedaba dividida en dos por el barranco principal. Al Sur de este se soltaron 4 rehalas, 2 al Este y dos al Oeste, al encuentro, mientras que al Norte del barranco se soltaron otras cuatro, en dos localizaciones distintas, cazando estas de Este a Oeste.

Los perros comenzaron a cazar ya bien pasadas las doce. Transcurría la montería y no se oían muchos disparos, quizá por la dimensión de la mancha, pensábamos. Los perreros por las emisoras mostraban su ilusión puesto que veían por si mismos como estaba la mancha de tomada. La montería iba transcurriendo sin muchas sorpresas, lo que de por sí nos sorprendía a todos. Estábamos en un lugar de sierra a unos 1200 metros de altitud, y el tiempo había cambiado esos días. Quizá los cochinos se habían desplazado a la Solana, lugar con más cobijo.

Algunos lances se fueron produciendo. Los cochinos se hacían de rogar y era cuando los perros apretaban ya cerca de las posturas cuando estos se levantaban y daban alguna alegría. Estando los rehaleros y guías hablando con Jesús, se levantó una piara, y éste se pudo hacer entonces con un cochinete. Del mismo grupo otro se descolgó para atrás y Raúl tuvo la suerte de hacerse con él cuando ya se salía del monte. Al poco, cuando Jesús Moreno, que ésta vez, como casi siempre, iba de guía, llegó al puesto tres del Molino, Carmelo le comentó que había tirado un cochino, y que creía que le había pegado pero que se había escurrido al río. Cuando Jesús bajó encontró al bicho, y menudo bicho, sin duda el Jabalí de la Montería. Se había logrado hacer con un magnífico macareno que luego admiramos todos los participantes, ¡enhorabuena!

Entre los dos pudieron subirlo desde el fondo del barranco, tarea que no fue nada fácil. Cerca de allí, en el uno de la misma armada, Juan tenía otro bonito navajero. La cosa iba mejorando.

Al otro lado del río, a pesar de la innumerable muestra, los cochinos no se dejaban ver. Poco a poco la montería llegaba a su fin, y cuando las rehalas ya se acercaban a los coches dieron con un gran grupo de cochinos, con los puestos ya en retirada. Los cazadores dejaron sus puestos a eso de las tres, y se dirigieron de nuevo a Miedes a dar cuenta de las ricas viandas que nos esperaban para comer. Era hora de sacar cochinos del monte, y el lugar no es fácil. Aún así, con bastante prontitud se pudieron sacar casi todos.

A Carlos y Daniel fue a los que más les tocó tirar de pata, pues tuvieron que sacarse entre los dos cinco cochinos de entre jaras cuesta arriba. Los monteros pudieron apreciar el mantel final de la última cacería del año en Segontia. 14 fueron los Jabalíes que se abatieron, con dos bonitos machos, siendo uno de ellos realmente reseñable.

Pero la montería no había terminado para todos. Algunos rehaleros tuvieron que quedarse hasta bien entrada la noche, pues varios de los perros habían quedado enriscados en los barrancos, tras las últimas carreras detrás de los cochinos. Al final y después de un gran esfuerzo, todos volvimos a nuestras casas con el sentido del deber hecho a la espera de regresar al monte de nuevo buscando los ansiados cochinos, pero esto ya será el año que viene.

Fuente: SC Segontia


ver más crónicas


AnuncioiModuloTiendadelMontero4