Hoya del Mortero

MonteriasCijara

 
  Fecha: 05-02-2016
  Finca: EL TOCHAR
  Provincia: V
  Organización:   Sierra España
  Nivel:
  Calidad: 20o 18p 8b
   
  8 0 53 0 0  
 
 

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Hoya del Mortero

Chaqueta Caza BlaserChaqueta Caza BlaserChaqueta Caza BlaserChaqueta Caza BlaserChaqueta Caza BlaserChaqueta Caza Blaser

Es algo para nosotros muy especial, abrir temporada cazando en pleno corazón de las Villuercas, santuario por excelencia de la montería en Extremadura.

Como especial es también para nosotros esta bonita mancha de “La Hoya del Mortero”, enclavada en pleno corazon de las Villuercas.

Durísima sierra de solana que te obliga hacer dos sorteos. Un sorteo para monteros que bien por edad, o por no tener una buena preparación física, les limita el poder llegar a apostarse en muchas de las cintas colocadas en los 4 cortaderos que se elevan hasta el mismo cielo, con pendientes que rompen las piernas de cualquier montero por muy joven que este sea y aun teniendo una buena preparación física.

En el segundo sorteo, entran ya las cartulinas de los puestos mas bajeros, a los cuales se llega a las cintas sin problema accediendo por los carriles a las armadas de Malampo y Camino Viejo.

Con mucho mimo y persistencia, fuimos atendiendo semanalmente los comederos y desde que el pasto se seca, allá para primeros de junio aquí en nuestra querida tierra extremeña.

Con el verano más caluroso que jamas conocí en Extremadura a mis 47 años, de  máxima preocupación para nosotros era que los puntos de agua que hay en las distintas fincas que gestionamos no perecieran.

Y precisamente en esta finca “Hoya del Mortero”, obra maestra que dio forma la madre naturaleza, por sus venas corren limpios manantíos de agua que brotan a media falda y fluyen hasta el “pantanete”que tiene la finca en su sopié.

En estos manantíos, marcamos los mejores puntos para poner los comederos para jabalíes, ciervas y venados, los cuales atendimos semanalmente desde junio y hasta la misma semana de antes a la fecha marcada para montear la finca.

Espectacular fue ir viendo, como en estos comederos y aliviaderos de agua, se iban concentrando una cantidad muy importante de cervuno y jabalíes.

Con mucha puntualidad y de forma semanal mi amigo “El Chata”, me iba informando de lo que allí iba sucediendo. Sus noticias semanales me impacientaban, a tener que esperar a cazar la finca el 23 de octubre, ya que desde agosto, en aquellos barrancos bajeros donde teníamos nuestros comederos llegaba en horas nocturnas y diurnas muchísima caza.

La fecha se iba acercando y mi única inquietud era que las ansiadas lluvias otoñales llegaran de forma abundante y en jornadas previas a la montería.

Sabía que ya con mucha bellota en el suelo, también en fincas cercanas y sin la necesidad vital y diaria de agua de los animales que bebían y refrescaban en los manantíos inagotables de “Hoya del Mortero”, la caza sería libre.

Pero la caza en abierto es así, la naturaleza te pone en tu sitio a la primera de cambio y te aclara rápidamente que nada de ella te pertenece.

Pues bien; mis miedos mas inquietantes climatologicamente hablando sé dieron justamente los tres días antes a la fecha marcada para montear.

Entonces es cuando te das cuenta de nuevo, que cazar en abierto es así de ingrato para aquellos que dan hasta la última gota de sangre en intentar conseguir el mejor plantel posible allá donde va. Pero como he dicho antes la naturaleza te pone en tu sitio, lo asumes y lógicamente lo entiendes. Esto es así, esto es caza pura, sin alambres, sin puertas y no te pertenece ni un solo animal a los cuales has mimado y respetado durante tantos meses, con lo que además ello conlleva económicamente.

Pero precisamente por esto mismo, es lo que te sube al cielo cuando das una gran montería en abierto. Y por ello es, por la dificultad del evento, lo que te engancha a seguir en esto.

Con las previsiones a la baja después de tres días de temporal de viento, niebla y agua que azotó de lleno a esta altísima solana de la “Hoya del Mortero”, cité a los monteros a las 8:30 de la mañana en el bonito pabellón de caza de la casa de la finca.

Puntuales fueron, desayunamos como Dios manda, rezamos a nuestra patrona nuestra Señora La Virgen de Guadalupe, y dimos comienzo al sorteo de los puestos de la montería.

La montería ya venia un poco torcida con el temporal previo, pero se torció un poco mas al tener que esperar hasta cerca de las 12 de la mañana a un grupo de compañeros extranjeros que no daban con la finca por culpa de seguir los mapas que la tecnología GPS les indicaba. Tecnología  que siempre ayuda, pero alguna vez que otra te la “lía parda”.

Dos sorteos y dos monterias totalmente distintas la que pudimos vivir el pasado domingo 23 de octubre. Mucho frío, viento y niebla tuvieron los puestos de los collados, y los monteros que ocupaban los puestos mas altos de los cortaderos. En cambio, con una temperatura muy buena, sin prácticamente viento y nada de niebla cazaron el resto de los monteros. Con estos datos, aquellos que no conocen esta finca se pueden hacer una idea de la gran altitud a la que se encuentran los monteros que ocupan los collados. Monteros que muchos de ellos no pudieron casi cazar cuando la niebla se hacía mas espesa , oportunidad meteorológica que jabalíes y venados supieron aprovechar para volcarse a la umbría de Matallana sin ser ni siquiera apuntados por las armas de los monteros, al no poder identificar ni ver a los animales que les pasaban prácticamente delante de las narices.

Suelta tardía, muy tardía, a las 13:30 horas.

Los guerreros de Plaza, Villa, Nica y Jesus Rosales salían como cohetes de los furgones en busca de los guarros y venados de la sierra de la finca desde la linde de Navalconejo. Al Este, también dejaban salir a cazar a sus perros nuestros amigos Pedro Casillas, El Chata y David El Niño, buscando el choque con sus compañeros que venían del cierre de Navalconejo.

En los barrancos mas bajeros de la mancha y también desde la linde de Navalconejo para cazar en dirección Este hacia el pantano de la finca, cazaban con sus buenos guerreros Crispin y Jorge. En solitario soltó Agustin para intentar sujetar un poco la caza que fuera de uida de las manos que venían de la linde de Navalconejo.

Llegar y pegar !! Fue soltar en cada mano y las carreras y ladras se sucedían por todos sitios. En cambio los rifles no sonaban, la caza juega con mucha ventaja en esta mancha. Mucho monte, y mucha pendiente les facilita dar esquinazo a los perros, y a estos les cuesta mucho mas trabajo meter a los animales en lineas de tiro. Muchas ladras que se perdían sin jugar lance en la cuerda, no me lo explicaba, no sabia bien que sucedía en lo mas alto de la sierra, hasta que el postor me saco de duda, “Pepe, varios puestos de los collados no pueden tirar, no ven la caza por la niebla y es mejor no arriesgar”. Chapó por aquellos monteros qué decidieron no tirar cuando la visibilidad era reducida.

Poco a poco la montería avanzaba, muchas ladras pero muy pocas detonaciones. Estadísticas que me iban hundiendo cada vez más desde el peñon que hay en los barrancos de la parte mas baja de la mancha y que me enseña y deja ver toda, absolutamente toda la montería y por tanto poder “ayudar” a las manos de perros y a sus rehaleros.

No más de 90 detonaciones puede marcar en el contador a las 16:45 h, hora que finalizó la montería al escuchar las caracolas que llamaban a recogida.

Pues bien, si en la crónica del año pasado se pudo leer como critiqué la mala puntería de los allí presentes, que acortaron mucho lo que pudo ser claramente un resultado final mucho mejor del que fue. Este año en cambio, los monteros me salvaron de un gran “batacazo”, descalabro que ya tenia más que asumido antes de terminar la montería, y es que en la caza, como en muchas cosas en la vida, es de sabios no adelantar acontecimientos hasta no ver con tus propios ojos.

Los 55 puestos del pasado 23 de octubre, y con tan solo 90 detonaciones, en una finca donde los tiraderos no son nada fáciles, consiguieron hacer un mas que digno plantel final con 18 venados, 5 jabalíes y 2 ciervas. Bonitos !!, mas que bonitos venados los de esta finca, que todos los años sé pueden ver en el cemento de la junta de carnes.

Eternamente agradecido estoy un año mas a la familia Torrejon, desde el primero al ultimo de ellos. Respeto, hospitalidad, facilidades, atención y ayuda incondicional siempre recibo de vosotros. Así todo es mas sencillo de algo que es muy complicado. Porque muy complicado es esto de montear en abierto como bien sabéis.

Quiero dar las gracias a todos y cada uno de los monteros que nos acompañaron, a todas y cada una de las rehalas que hicieron un gran esfuerzo y trabajo el domigo. Al amigo Jesus que trabajo duro junto a sus mulas en bajar la caza de lo mas alto de la finca. Al magnífico Catering de los Alisos. Mil gracias a todo mi equipo que trabajaron  nuevamente muy duro y muy profesional como siempre. Agradecer la atención y paciencia del veterinario, a los guardas y propiedades de Navalconejo y El Común. A todos los que nos ayudáis y respetáis en la aldea de La Calera. No puedo dejar de agradecer el trato que recibo yo y los monteros cuando nos alojamos en Guadalupe en el Hotel la Hispanidad, gracias Fran, gracias Edu y gracias a todo el personal que trabajan en el.

Pero es momento de acordarme de un gran amigo “El Chata”. Jose, no te quepa la menor duda que sin tu ayuda incondicional no podría dar esas manchas cercanas a donde tu vives, Alía.

Gracias, gracias y mil veces gracias !!

Fte.: Morales Arce

 


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