Valdelagua

Segontia

 
  Fecha: 24-11-2018
  Finca: VALDELAGUA
  Provincia: GU
  Organización:   Segontia
  Nivel:
  Calidad: -
   
  45 0 18 0 0  
 
 

Valdelagua

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Valdelagua

De nuevo un sábado por la mañana repetimos automatismos con los jabalíes en la cabeza. Madrugar, ilusión, desplazamientos, encuentros... La misma dinámica otra vez, gracias a Dios. 

El día 24 de noviembre, nos volvimos a juntar para cazar un monte muy cercano a Sigüenza. Como cada uno de los días de montería de esta temporada y prácticamente todos los de la pasada, el tiempo volvió a ser condicionante en el desarrollo de la batida, ya que, si bien se planteaba un día lluvioso, la lluvia nos respetó, pero no así un desagradable y frío viento, que a la postre definiría el devenir de la montería. 

El incómodo tiempo echó para atrás a alguno de los cazadores que pretendía venir, pero el resto salimos a cazar con las armadas distribuidas ya desde el lugar del sorteo. Tras haber tomado buenas migas y algún que otro cafelito calentito todos al campo. 

La montería comenzó prontito, y mientras se estaban colocando algunos puestos otros ya estaban tirando. Pero eso no fue a la postre buena cosa; en la Armada del Barranco, cuando iban los puestos a colocarse pudieron ver una gran piara de unos 15 guarros, comiendo tranquilamente a eso de las 12 de la mañana en unas praderas por las que pasa la armada. A pesar de intentar rodearlos para meterlos en la mancha, algún tiro lejano de los primeros que se oyeron espantó al grupo, y nos quedamos compuestos y sin esa piara, que se marchó. 

Los primeros compases de la montería fueron realmente emocionantes, ya antes de soltar los perros, se habían oído unos cuantos tiros, en las armadas de cierre, eso sí. Nada más producirse la suelta, los perros comenzaron a perseguir a los cochinos, y las ladras se produjeron sin solución de continuidad durante toda la mañana. 

Fue una montería muy emocionante, con muchos lances, en puestos muy distantes, entre los que hemos de destacar a Julián M. JR, que, con sus tres cochinos abatidos, fue esta vez el montero más afortunado. 

La montería no se demoró mucho, y antes de las tres, los puestos estaban recogidos, y dirigiéndose a comer unos buenos garbanzos con callos que no se saltaba un gitano. 

Bueno, no todos, ya que uno de los puestos tuvo la mala suerte de pinchar no una sino dos ruedas de su coche, y hasta eso de las seis de la tarde no pudo bajar a comer, eso sí, después de ser ayudado por postores y guías, que hicieron todo lo posible y lo imposible para solucionarlo. 

En total se abatieron 18 guarros entre los 31 puestos que sorteamos... ¡No es mala media! 

Fuente: S C Segontia